El pasado 5 de enero no todo lo que ocurrió en el transcurso de la Cabalgata de Reyes de Dos Hermanas fue idílico. Según indica Diario de Sevilla, un Policía Nacional evitó una tragedia el pasado jueves en pleno discurrir de las carrozas de la Cabalgata. Y es que un hombre intentó cruzar con su coche por medio del cortejo cuando superaba la tasa mínima de alcoholemia permitida. Su objetivo era el de sacar su vehículo de la vía en la que se encontraba aparcado, pasando en ese momento las carrozas por ese lugar.
De hecho, el varón, en torno a las once menos veinte de la noche, quitó la valla perimetral para retirar el vehículo. Un bombero se puso delante del vehículo para impedir el paso hasta que llegara el agente de Policía para detener el coche.
El varón, insistiendo en salir de la calle y, tras quitar la valla, inició una reyerta multitudinaria con una persona que le reprochaba su actitud, uniéndose posteriormente varias personas testigos y familiares del agredido que se encontraba en el lugar. El agente de Policía inmovilizó al conductor, quien le dio un golpe en la cara rompiéndole las gafas. Tras ello, el agente detuvo al individuo acuso de delito de atentado.
Tras realizarle la prueba de alcoholemia al detenido, en la primera dio 0,66 mg de alcohol por litro de aire espirado y 0,58 en la segunda.
Reprimenda del Juez al Policía en el juicio
El juicio por este incidente se realizó ayer, en el cual, según apunta Diario de Sevilla, hubo un incidente entre el juez de Instrucción número 6 de Dos Hermanas (decano de Dos Hermanas) y el agente de Policía.
El acusado se conformó con la condena recibida por parte del juez, pero el problema vino cuando el agente de Policía no firmó las actuaciones debido a que no recibía atención al solicitar la reclamación económica por las gafas rotas.
Esto hizo que el juez amenazara al agente con dilatar el procedimiento, hacerlo ordinario, dejar de abonar las cantidades solicitadas y expulsarlo finalmente de la sala. El juez usó las siguientes expresiones: «aquí el que manda soy yo, yo dirijo su declaración, usted se calla, aquí el que sabe de leyes soy yo, limítese a confirmar lo que yo manifiesto en su declaración». Esta situación hizo que el agente haya presentado una queja ante el Consejo General del Poder Judicial y ante el Defensor del Pueblo. En la misma, el agente ha pedido igualmente al Consejo que se abra un expediente disciplinario al juez, considerando que incurrió en delitos de coacciones, prevaricación y amenazas.