Manu Sánchez, humorista, actor y rostro conocido de la televisión, regresa a Utrera con una de sus comedias teatrales. El próximo viernes 14 y sábado 15 de diciembre, a las 21.00, subirá por primera vez a las tablas del Enrique de la Cuadra El Buen Dictador, su último éxito teatral, que, al igual que ya ocurriera en este mismo escenario con otro de sus espectáculos, ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ para las representaciones programadas.
Con El Buen Dictador, tercera entrega de la trilogía sobre el poder que inició con El Rey Solo. Mi reino por un puchero y continuó con El Último Santo, Sánchez vuelve a hacer gala del humor más punzante, la sátira política y la crítica social abordando temas de candente actualidad para, que como él dice, “la gente se vaya a casa reída y pensada”. El humorista continúa su gira, por segundo año consecutivo, con esta comedia que ha recorrido los principales teatros andaluces consiguiendo reunir hasta la fecha a más de 47.000 espectadores.
Actualmente, Manu Sánchez compagina el teatro con su trabajo en Cadena Ser Andalucía, al frente del nuevo equipo de La Cámara de los balones, y, a su vez, con la participación en Tu cara me suena, programa de entretenimiento de Antena 3.
UNA OBRA DE TEATRO ‘COMO DIOS MANDA’
Cuando la mayoría falla, todo se tambalea, de todo se duda y se pierde la esperanza. Hasta que aparece el que todo lo puede. El líder supremo. La solución definitiva. El buen dictador que dará el golpe en la mesa y, aunque a él le duela el doble, por fin actuará como Dios manda. Sobre esta premisa, ‘El buen dictador’ plantea un monólogo de más de dos horas de duración en el que, un Manu Sánchez en estado de gracia, satiriza en torno a la idea de la divinidad y el poder como instrumento de control sobre el ser humano. Todo ello, pasado por el tamiz del humor más punzante e imbuido de un ritmo vertiginoso que deja sin aliento al espectador.
Tras los logros cosechados con sus anteriores obras, El Buen Dictador cierra una trilogía que aborda los grandes poderes: Monarquía, Iglesia y Estado; y sigue la estela de sus antecesoras, que consiguieron llenos consecutivos en plazas como el Gran Teatro de Huelva, el Gran Teatro de Córdoba, el Palacio de Congresos, de Granada; el Teatro Infanta Leonor, de Jaén; el Nuevo Auditorio Fibes, de Sevilla o el Teatro Cervantes de Málaga.