La internacional del C.W. Dos Hermanas-EMASESA posa con sus compañeras con el oro del Europeo y el bronce de la Copa del Mundo en su vuelta al trabajo con el club nazareno, en el que cumplirá su quinta temporada declarando que «tiene ganas de empezar».
La jugadora del C.W. Dos Hermanas-EMASESA Lorena Miranda iniciaba este pasado lunes el trabajo de pretemporada en el Centro Acuático del barrio de Montequinto con vistas a la que es su quinta temporada en tierras nazarenas. La defensora de boya de origen ceutí se presentaba ante sus compañeras luciendo las dos medallas conquistadas este verano con la selección española, con la que se proclamara a finales de julio campeona de Europa y poco días después se colgara el bronce en la Copa del Mundo.
«Estoy con ganas de empezar la nueva temporada y de que todo vaya sobre ruedas», comenta Lorena antes de ponerse a las órdenes de Javier Cortés en la que va a ser su quinta campaña consecutiva en Dos Hermanas. «Aquí estoy contenta y todo me va bien«, apunta la que fuera campeona mundial el pasado año y plata en los Juegos de Londres, que por tercer verano consecutivo ha visto acortadas sus vacaciones debido a los éxitos de la selección. «No me puedo quejar. Ha sido un verano redondo en el que a pesar de todo he tenido bastantes días para descansar y desconectar un poco de la piscina y rutina de los entrenamientos».
Respecto al cambio de chip que supone jugar con la selección a hacerlo con el C.W. Dos Hermanas-EMASESA, cuya aspiración esta campaña es regresar a la zona noble de la División de Honor femenina para jugar competición europeo, no supone ningún problema para la internacional. «Es diferente, pero en los dos entrenamos al 100% para estar arriba y conseguir los objetivos que nos propongamos».
Miranda, que asegura no haber recibido oferta alguna para cambiar de aires, tiene claro que en todos los focos del club nazareno se volverán a centrar en ella, con dos nuevas medallas en su haber que a buen seguro serán el reclamo de las promesas y los aficionados en el Centro Acuático de Montequinto. Autógrafos y posados le esperan. «Sin problema. Todos los que quieran».