La educación es futuro, progreso y el principal valor de una sociedad. Todo es educación. Absolutamente todo. No hay concepto más importante en esta vida que «educación». Valedor de una sociedad que lleva tatuada una ética y una moral que se trabaja desde el nacimiento.
Esta sociedad de la que hablamos no es consciente de la importancia que tienen esos maestros y profesores que son los encargados de la enseñanza de los más pequeños. Una educación que marcará el resto de sus vidas junto a la que de por sí les es enseñada en sus casas.
Enseñar es algo maravilloso, una pasión bendita con una importancia tal, que a veces no la valoramos como se merece. Es increíble escuchar a un maestro o profesor contar las anécdotas de una clase y ver cómo sus alumnos consiguen los objetivos.
Y no, no hablo de la educación de materias, sino aquella que cada día te hace mejor persona. Porque sí, profesor no puede ser cualquiera, un profesor antes debe ser una buena persona la cual pone al servicio de una comunidad sus conocimientos.
Siempre me lo decían y hoy más que nunca lo tengo claro. No sabéis la suerte que tenéis todos los maestros y profesores de ejercer la profesión, y sobre todo, aquellos alumnos en prácticas que hoy finalizan su primera experiencia en la enseñanza.
Va por vosotros, por el valor de la educación y por la importancia de la enseñanza. Que la pasión no os abandone nunca e impartáis la educación de la mejor manera posible, en vuestra manos tenéis cambiar esta sociedad que cada día parece más enferma.
Y siempre con un gran lema por delante: «La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón».
Fran Vergara.