Tres años ha tenido que esperar el pueblo de Dos Hermanas para ver a la Hermandad de la Amargura por sus calles. El sol protagonizó una jornada que históricamente siempre ha estado castigada por la lluvia, desde 2010 no hacía su estación de penitencia la cofradía del Viernes Santo. A las 17 horas ponía rumbo la cruz de guía hacia la Parroquia Mayor, desde la barriada de la «Costa del Sol», ante un mar de vecinos y devotos que arroparon a la cofradía a pesar de las altas temperaturas. Los sentimientos se desbordaban al paso de la piedad nazarena, llegándose a suceder varias saetas al mismo tiempo en su discurrir por el Cerro Blanco. La Virgen de la Amargura vestía de mortaja sobre el tradicional monte de claveles rojos que exornaban el paso. El toque musical lo ponía la Agrupación Musical Ntra. Sra. de la Estrella de nuestro pueblo. El sueño se hizo realidad para los hermanos de la Amargura tres años después, en un Viernes Santo de sol radiante.
Fotografías: José Cid