Antonio Morales Alcocer, uno de los grandes artífices del Coro de Campanilleros de Ibarburu, nos desvela sus más sinceras impresiones en un año en el que el coro conmemora su 30 Aniversario. El «maestro», como bien lo conocen dentro del grupo, hace un recorrido por la memoria de su infancia y recuerda el más tierno sentido de la Navidad y de cantar con el corazón para los oídos del público.
– ¿De dónde le viene el gusto por cantar?
Yo cantaba en los coros infantiles que había por Dos Hermanas en los años 50, al igual que varios de mis compañeros, era una práctica habitual en Dos Hermanas en aquellos años y siempre cantábamos en la calle, en las puertas de los vecinos para que nos dieran unas perrillas o algún mantecado.
– ¿Cómo se creó el Coro de Campanilleros de Ibarburu?
El coro se creó en una carpintería que hay en Ibarburu (carpintería Juan Parrado, C/ Verdiales nº 99). Allí pasábamos siempre un grupo de familias las Navidades. Somos amigos desde la infancia y, teniendo nostalgia de los coro de cuando éramos niños y viendo que en los años 80 se habían perdido los coro, decidimos montar un coro con aquellas viejas canciones
– ¿Hace cuánto decidió pertenecer al coro? ¿Qué le impulsó a ello?
Bueno, yo soy uno de los fundadores del coro, y los motivo por los quise ser componente del coro es por aquella nostalgia que sentía por aquellos coro de mi niñez.
– Se cumplen 30 años de vuestra creación, ¿cómo estáis viviendo el Aniversario?
Muy bien, todo va saliendo como esperábamos, pero nosotros todos los años lo vivimos con la misma ilusión del primer año y como si estuviéramos en los coros de nuestra infancia.
– ¿Que actividades habéis realizado desde que empezó el año y qué es lo que viene por delante?
Hemos hecho una cena homenaje a los más antiguo del coro y el día 27 de Diciembre vamos a celebrar un encuentro de campanilleros en el auditorio de la Mona en la calle la Mina. Un homenaje a Juan Franco, antiguo maestro del coro ya fallecido, donde vendrán los coros amigos de los Palacios.
– ¿Cómo vivisteis el III Certamen de Santa Cecilia en la Caseta Municipal?
Muy bien, aunque aquel local no es para un coro como nosotros que somos coro de calle a la antigua por los instrumentos que solemos utilizar, pero la verdad que fue toda una nueva experiencia.
– ¿Cuál es vuestro repertorio y qué instrumentos usáis?
Nuestro repertorio es muy extenso, en 30 años da para mucho… Cantamos todas las coplas campanilleras que nos gustan, pero que sean con matices añejos de campanilleros de los de antes, y sobre todo de la de Dos Hermanas. Nosotros también hemos hecho muchas canciones nuestras y de poetas del pueblo que han escrito y compuesto para nosotros, como F. Alonso, Pernía, Paco Povea y otros más. Hemos hcho un libreto con 70 canciones de las más populares que hemos cantado a lo largo de estos años, casi todos los años hacemos algo nuevo pero hay canciones que tenemos que cantarla todos los años porque el publico nos las piden.
Nuestros instrumentos son los clásicos de aquellos tiempos, utensilios digamos «caseros». Almirez, botella de anís, pandereta, carro de esquilas y cascabeles, palillo, cántaro, triangulo, chinchín, carrañaca. Solo llevamos una guitarra y nos haría falta alguna más. A ver si algún joven se anima… Nos falta la zambomba y el rascador que nadie sabe tocarlo.
– ¿Cuántos miembros formáis el coro? ¿Varía mucho cada año el número de componentes?
Actualmente somos 28 componentes: 11 mujeres y 17 hombres. En 30 años es casi imposible mantener a los mismos, pero si que nos mantenemos una columna vertebrar. Unos años vienen algunos nuevos y otros se van por motivo de enfermedad porque somos algunos ya demasiado mayores. Este años nos han faltado Manolo Jurado, su mujer Isabel Llano, Rosario, Eva Terron Arias y una solista de maravilla, pero han entrado nuevo un matrimonio que vive en Sevilla.
– ¿Con qué momento se queda o que le haya marcado desde que empezó?
Todo los momentos que he vivido en el coro han sido para enmarcarlos pero por decirte alguno… Cuando nos dieron el giraldíllos en la plaza de San Francisco (Sevilla) y el premio de Bormujo. Pero lo que más me impacta es cuando vamos a una residencia de mayores y los vemos llorando de emoción cuando cantamos alguna canción.
– ¿Cómo conseguís atraer cada vez a más gente?
Si es verdad que somos un coro que tenemos pellizco, como se dice en el flamenco. Yo creo que porque lo que hacemos lo hacemos con humildad y sencillez, somos un coro que cantamos muy sencillo y cosas sencillas nuestras del pueblo. Somos voces sin preparar y sin técnica cantando a pulmón libre y con el corazón.
– ¿Habéis recibido críticas o halagos por parte de muchas gente?
Pues la verdad es que si, sería injusto que no lo reconociera… El piropo más bonito que nos han echado, para mi, fue un año en Sevilla cantando en la plaza del Salvador, y señor dijo: «¡Este coro sabe a pan de pueblo!». Algunos dijeron que nos habían dicho cateto pero yo dije: «¡No! ¡Nos han subido a los altares!». Luego vino el hombre me dio la mano y casi con lagrimas en los ojos, me lo dijo otra vez.
– ¿Cuántas horas de vuestro tiempo libre le dedicáis y con cuánto tiempo de antelación empezáis a ensayar los villancicos?
La verdad es que no ensayamos todo lo que deberíamos, ensayamos dos días en semanas, martes y jueves, de 8 y media a 9 y media, una hora aproximadamente. Y empezamos a finales de Septiembre, principios de Octubre.
– ¿Soléis innovar cada año? ¿Quién lleva la voz cantante en todo este trabajo?
Siempre intentamos hacer cosas nuevas pero sin salirnos de nuestro estilo. Este año llevamos una canción nueva hecha por nosotros, cantada por tanguillos y un solo que lo mismo lo hacemos por milonga que por colombiana. Y hemos hecho un popurrí de canciones antigua por rumbas, cada uno lleva un cometido.
La voz cantante… sobre todo, los más antiguos. Yo soy el director o maestro como me llaman, otro se hace cargo de organizar a los sitio donde tenemos que ir a cantar, otro llevan el tema económico. nosotros a la mayor parte que vamos nunca cobramos, pero cuando se trata de centros comerciales, o parecido, algo si que cobramos.
– ¿Qué le dirías a todas aquellas personas que aún no os conocen o quieren pertenecer al grupo?
Bueno, nosotros cuando metemos a alguien en el grupo siempre lo hacemos por votación. Si todo el grupo está de acuerdo entra, si no hay acuerdo no entra, y también dependiendo de la cantidad de componentes que haya en el coro. De todas manera, lo que necesitamos ahora mismo son guitarras o laúd y mandurria, pero para el año que viene, si alguien por motivos personales se va, siempre hay un hueco puede venir a vernos.