Desde el Partido Popular de Dos Hermanas se viene trabajando en el modo de impulsar políticas que estén dirigidas a la infancia y a la juventud, de ahí la iniciativa que insta a iniciar el proceso que culmine con el reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia, y por ende, la creación de un Consejo Municipal de la Infancia y la Adolescencia.
En este sentido, la presidenta y portavoz popular, Carmen Espada, recuerda cómo desde el Partido Popular en enero del 2019, ya se presentó una iniciativa en la que solicitaba iniciar los trámites para la obtención del Sello de Reconocimiento de Dos Hermanas como Ciudad Amiga de la Infancia.
El programa Ciudades Amigas de la Infancia fue creado por UNICEF España en el año 2001 con el propósito de “promover la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en pueblos y ciudades de la geografía española”, con 342 ciudades amigas de la infancia repartidas por todo el territorio español, contando actualmente con más de treinta municipios repartidos por toda la comunidad andaluza.
La participación infantil se encuentra recogida en la Convención sobre los Derechos de los Niños, reconociendo en su artículo 12 del derecho a expresar su opinión en los asuntos que les afecten y sean tenidos en cuenta; en el artículo 13 el derecho a la libertad de expresión y en el artículo 17 el derecho al acceso a la información adecuada.
Poniendo el foco así, en la infancia más vulnerable, con el firme compromiso de no dejar a ningún niño o niña atrás y trabajando por la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo del potencial, el Partido insiste en la necesidad de poner en marcha el Consejo de la Infancia y Adolescencia como cauce de comunicación entre ellos y las autoridades locales, que además garantice el desarrollo de una ciudadanía participativa.
El interés por seguir trabajando en impulsar estas políticas dirigidas a la infancia y adolescencia pone en valor el deseo por situarlas dentro de la agenda política y social, así como la implementación de las acciones y medidas oportunas, no quedando relegadas al mero compromiso político, construyendo un sistema de gobernanza de acción participativa.
“El objetivo estaba y sigue estando en trabajar desde la educación en valores de la infancia y en la promoción de sus derechos, de ahí ese paso adelante que nos permitirá desarrollar e implementar estrategias para el bienestar de nuestros niños” sostiene Espada, y para ello sería esencial este Sello de Reconocimiento como punto de partida para la posterior puesta en marcha del Consejo de la Infancia y Adolescencia.