¿Cómo es la araña reclusa parda?
Es una de las mayores especies de Loxosceles, mide generalmente de 8 a 30 mm con las patas extendidas. Es marrón y tiene marcas en el lado dorsal del tórax con una línea negra que parte de ahí con forma de violín cuyo cuello apunta a la parte posterior de la araña, de ahí que también se le conozca como “araña de violín”. Es de contextura más bien gruesa y pilosa. Se mimetiza fácilmente con su medio ambiente gracias a su color negro, pardo, rojizo-verdoso, ceniza-verdoso o ceniza-pardo. Su picadura no reviste de serios problemas para la salud, es decir no es mortal.
Se ha dado a conocer que la araña parda que estamos padeciendo en nuestra localidad no es de origen americano como se creía, si no que es de origen mediterránea y esto hace que tenga menos peligro para la salud humana.
¿Cómo detectar una picadura de una araña reclusa parda?
Cuando se sufre la picadura de esta araña, puede sentir un escozor fuerte o no sentir nada en absoluto. El dolor generalmente se presenta en las primeras horas después de recibida la picadura y se puede volver intenso.
¿Cuáles son los síntomas?
Escalofríos, picor, malestar general, fiebre, náuseas, sudoración y úlceras. ¿Qué hay que hacer sí nos ha picado? Aplicar hielo sobre la zona, reposo, controlar la temperatura, lavar la zona con agua y jabón, acudir a un centro hospitalario lo antes posible, y capturar la araña y llevarla al centro hospitalario para que se pueda confirmar que efectivamente es la araña reclusa parda.
¿Dónde se encuentra?
Suelen habitar en lugares oscuros y frescos, es por ello que es frecuente que estén apareciendo por los conductos de ventilación y los cuartos de baño.
Es importante destacar que no son agresivas, es decir sólo atacan cuando se ven atacadas.