Dos Hermanas está inmersa en las vísperas de la Romería de Valme. Cuando apenas faltan unos días para el esperado Tercer Domingo de Octubre, el ambiente romero inunda las calles de la localidad nazarena.
La Virgen de Valme reposa en el altar mayor durante la celebración del quinario. Carreteros y galeristas ultiman los detalles de sus carretas y galeras. Caballistas ponen a punto sus caballos. Y la hermandad, junto a la Corporación Municipal organiza el dispositivo de seguridad para la romería.
También se ultiman los preparativos para la carreta de la Virgen, que este año, como novedad, llevará solamente flores blancas de papel. Un diseño que la hermandad ha elegido con motivo del Cincuentenario de la Coronación Canónica de la Virgen.
La carreta blanca fue muy común en los años 40. Un exorno floral al que se fueron añadiendo los distintos colores que alternan cada año: rosa, celeste, amarillo y ocasionalmente naranja. Sin embargo, la última vez que vimos la carreta blanca fue en 2014, cuando la hermandad decidió recuperar este exorno por el 120 aniversario de la romería y por la restauración de la talla de la Virgen. Una opción monocolor por la que la Junta ha vuelto a apostar este 2023 con carácter especial.



Del peculiar trabajo de adornar la carreta de la Virgen para su Romería se encarga el Prioste de la carreta. Francisco Jiménez González -popularmente conocido como Francis- ostenta esta responsabilidad desde hace 29 años, cuando tomó el relevo de su tío Pepe Burgos. Desde entonces, cada verano comienzan sus trabajos en la carreta.
La carreta lleva 25 resmas de papel, lo que supone unas 150.000 flores, y 1.000 varas de nardos. Se trata de un proceso lento y elaborado, para el que Francis cuenta con la ayuda de su primo Paco Burgos, sus sobrinos y grandes amigos. También con las familias que cortan las flores, y las que las rizan y engarzan. Entre todos forman un gran equipo que cada año trabaja de manera incansable, movido por la Fe y el eterno amor a Valme.
