Enola, Julia, Carlos, Lucía, Samuel y Julia son los seis beneficiarios del Proyecto de Formación para la Inclusión Sociolaboral de Jóvenes con Discapacidad Intelectual. Se trata de la primera vez que desde la Asociación Nazarena por un Futuro en Igualdad (ANFI) se lleva a cabo un proyecto de este tipo.
María Mauri es pedagoga y educadora en ANFI desde 2016. Con el transcurso de los años fue observando como los chicos iban creciendo, y con ellos, sus necesidades. Es entonces cuando decide investigar más a fondo y realizar un diagnóstico de necesidades como Trabajo de Fin de Grado de Pedagogía. Esta propuesta fue presentada a la Junta Directiva de la Asociación, desde la que dieron un sí rotundo a la puesta en práctica y desarrollo del proyecto.
Para la financiación, la Asociación ha contado con la ayuda de La Caixa, que ha aportado en torno a un 60% del total presupuestado. Pilar Revilla, directora de ANFI, asegura estar muy agradecida con la Fundación La Caixa, entidad que «siempre ha estado abierta a colaborar con ANFI».
Pilar nos cuenta como la Asociación se había centrado en talleres muy específicos como informática, cocina, salidas de ocio, apoyo escolar, psicomotricidad… Pero «hasta ahora no habían llevado a cabo un proyecto de esta índole como es el iniciarse en la inclusión de los usuarios en la sociedad y en el mundo laboral».
Desde un principio, el programa estaba diseñado para un máximo de seis personas, de este modo, se garantizaba el aprovechamiento y la personalización del proceso de enseñanza-aprendizaje. De entre los interesados, se hizo una preselección en los meses previos al comienzo del curso teniendo en cuenta la edad, la situación actual del alumno, así como la implicación, motivación y aptitudes propia y de los familiares hacia a inclusión laboral.
Sesiones formativas y prácticas en empresas
El proyecto se organizó con una duración total de seis meses, con sesiones teórico-prácticas desde el 10 de enero al 31 de mayo, y prácticas en empresas del 1 al 30 de junio. A lo largo de las 40 sesiones teórico-prácticas, los usuarios han recibido formación en torno a cinco módulos: habilidades y destrezas técnicas, habilidades sociales, estrategias de búsqueda de información para el empleo, conocimientos de los procesos de contratación y normativa laboral, y autonomía personal.
María Mauri ha sido la encargada de impartir estas sesiones, aunque para el taller de educación afectivo sexual ha contado con la colaboración de las enfermeras Patricia Mª Esquina y María Rivera.
Todos los módulos han tenido una buena acogida por parte de los chicos. «Son jóvenes tímidos que con esta experiencia han mejorado bastante en cuanto a comunicación, uso de portátiles, compras, enfrentarse a las primeras entrevistas de trabajo, o cómo hacer un currículum», aclara la monitora. Pero, «sin duda lo que más les ha gustado han sido las prácticas».
Durante el mes de junio se llevaron a cabo las prácticas con empresas colaboradoras nazarenas. Este programa se centraba en el empleo con apoyo, es decir, empleo con ayuda dentro de una empresa ordinaria. Concretamente, las entidades con las que se establecieron convenios fueron Cash Catalino, Simplificando, Ainhoa Martínez Closet, Colegio San Hermenegildo y Zapatería Mamá Osa. Todas ellas han salido muy satisfechas por haber colaborado en un programa tan gratificante. El éxito de esta experiencia ha hecho que otras muchas empresas ya estén interesadas en colaborar en futuras ediciones.
Por su parte, los usuarios también han aprovechado esta oportunidad al máximo. Pilar explica que «se han quedado con ganas de más, pues son chicos que tienen ganas de trabajar y nunca han tenido esa oportunidad».




Pero los chicos no han sido los únicos que han recibido formación. Este proyecto también contemplaba sesiones informativas para los familiares, quienes han estado muy implicados e interesados desde primera hora. «Se ha conseguido resolver muchas de sus dudas en sesiones como sexualidad, normativas laborales o cómo mejorar la autonomía y la autodeterminación, entre otras», detallaba la directora de ANFI.


El éxito de la Inclusión Sociolaboral
Pilar y María, nos aseguran que el proyecto ha sido todo un éxito y que ha tenido una buena acogida por todas las partes, pues «se trata de una experiencia enriquecedora para usuarios, familias y empresas». La directora del centro ha querido transmitir que está muy satisfecha con el programa, y «no solo por la profesionalidad de la persona que lo ha hecho, sino por el cariño y empeño que le ha puesto». A pesar de tener una duración total de 4 horas semanales, María ha estado implicada casi las 24 horas del día, llevando a cabo un seguimiento personalizado de cada usuario.
Con vistas a futuras promociones, la pedagoga nos ha adelantado su propuesta de alargar la duración a un curso completo, de octubre a junio. De esta forma, aclara, «los contenidos se podrían dar más detenidamente, y las prácticas se podrían realizar en primavera».
«Este proyecto ha marcado un antes y un después, por lo que queremos hacer una segunda edición y todas las que hagan falta», confirma Pilar Revilla.
